El espectáculo

"En la vida, el ochenta por ciento es presentarse" Woody Allen


Sinopsis del espectáculo


Sale a escena un personaje con una gran maleta en la mano. Al momento, el público descubre que es a todas luces igual que Woody Allen, que se comporta como él, que tiene las mismas manías. Pero ella ignora el parecido. Está perdida, ignorante de lo evidente, buscando una identidad que todos conocemos.

El punto de partida de “La Hija de Woody Allen” es el viaje de la protagonista en búsqueda de su padre, del cual sólo sabe que vive en Nueva York y que le manda un regalo cada año por su cumpleaños. Estos regalos son tesoros para ella y constituyen un rompecabezas con el que ha ido construyendo un mito que la acompaña en su desarrollo vital. Encontrarse con ese mito se revela como la vía para conseguir la felicidad, pero también supone la huida de una vida cotidiana insatisfactoria. Ella lucha. Es incansable. Es vitalista. Siempre tiene soluciones, y pone todas sus esperanzas en ese ser desconocido. El viaje a Nueva York es el viaje a un mundo ideal; es la búsqueda de algo por definir, un interrogante vital que no sabe si será respondido.


Equipo artístico
Creación colectiva de:
  • Santiago Cortegoso (director y encargado de la ordenación del territorio textual) 
  • Carmela Bueno (coreógrafa y encargada de la ordenación del territorio gestual) 
  • Marián Bañobre (actriz, diseñadora de vestuario y encargada de la desordenación del territorio textual y gestual) 
Colaboradores:
  • Diego Seixo (ordenación del territorio gráfico y fotográfico) 
  • Anxo Graña (ordenación del territorio musical) 
  • Salvador del Río (ordenación del territorio lumínico) 
  • Raquel Martínez Olariaga (ordenación del territorio textil)